CAMPERVIAJAR

miércoles, 13 de febrero de 2013

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“Habrá quienes piensen que hice un viaje tan largo por vanidad. Lo único que puedo decir es que el que así lo entienda debería emprender una aventura como la mía para convencerse de que nada, salvo un interés natural por viajar y un deseo irrefrenable por adquirir nuevos conocimientos, podría ayudar a una persona a superar las dificultades, privaciones y peligros a los que he estado expuesta”. Ida Pfeiffer





Barcos de vela, destinos trazados como constelaciones, interminables esperas en los puertos, noches al raso o en infectos cobertizos, dunas, glaciares y caudalosos ríos; bandidos y cortadores de cabezas, danzas tribales de connotación sexual en una isla del Caribe, ritos antropófagos en Indonesia o ceremonias crematorias a orillas del Ganges, salpican un mundo de experiencias inauditas, un mundo solo equiparable a la curiosidad de quien lo contempló. Ida Pfeiffer nos descubre, a veces estupefacta, a ratos consternada, turbada o impasible, que el mundo está lleno de rincones sorprendentes, de ingratas sorpresas y también de recompensas.
La lectura de sus aventuras es un regalo que nos ayuda a comprender que la falta de recursos solo es un obstáculo solventable cuando se decide poner proa al viento y salir al descubrimiento de un nuevo destino o simplemente dar rienda suelta al impulso aventurero que muchos llevan dentro.  La mañana de marzo de 1842 en que dejó atrás las grietas y resquebrajaduras de una existencia gris para poner en marcha el mecanismo de una nueva vida, tenía 45 años, escaso presupuesto y un mínimo equipaje para el largo periplo que se proponía realizar y aunque el escenario elegido para su debut viajero estuviera lejos de ser el mas aconsejable, llevó a cabo sus objetivos con la misma parsimonia con la que uno se pasea por una ciudad europea.
Del libro “viajeras de leyenda”




lunes, 21 de enero de 2013

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Michael Wigge es un alemán periodista de viajes y director de cine documentalista. Imagino que de momento les interesa poco lo anterior y mucho más saber que es o como es el viaje que hizo Michael Widge?. Digamos que hizo algo que yo no hice, ni creo me animaría a hacer, tal vez por ésto de la conspiradora zona de confort. Me atrevería a decir, hizo algo que la mayoría no nos animaríamos a hacer: largarnos por el mundo, recorrerlo a través de 40.000 kilómetros desde Europa hasta llegar a la Antártida: 11 países en 150 días, ayudado por más de 100 personas. Y todo ésto con un detalle más que importante, partiendo sin una moneda en el bolsillo. ¿Creen que es imposible lograr algo así?. Michael Wigge no sólo asegura que lo hizo de ese modo, sino que además, lo tiene documentado y explicado.






Wigge nació en una pequeña ciudad rural de Alemania y empezó a interesarse por viajar a los 14 años. Como reportero de MTV desde joven conoció lugares extremos del planeta, y realizó algunos viajes extravagantes, como un desafío de 60 horas sobre el lomo de un burro atravesando parte de Inglaterra. A grandes pasos, y ya observando que era una persona dispuesta a someterse a los desafíos, saltamos hasta el año 2010, cuando Michael decide hacer realidad su sueño de llegar a la Antártida. Su plan fue llegar sin dinero a la Antártida, o procurando llegar del modo que sea posible.
¿Cómo lo hizo?. Puro ingenio, destreza, puro creer que siempre hay una alternativa y una forma de conseguir lo que nos proponemos, que hace que nada (mínimamente racional) resulte imposible. En resumen, no hablamos de un viaje a la Luna, ni de tele transportación. Hablamos de llegar a la Antártida con ingenio, ni más ni menos.


Michael asegura que se puede hacer dinero en el camino de las formas más creativas. Que podremos trasladarnos en el “peor de los casos” caminando, en una alternativa mejor en bicicleta (en países donde no está permitido el autostop), o en autostop, a caballo, trabajando en barcos de carga para cruzar el Atlántico, trabajando en un crucero de lujo de forma gratuita para llegar a lugares tan impensados como la Antártida, tal como lo hizo al salir desde Ushuaia. Está claro que no hablamos de un viaje completamente “gratis”,  pero si hablamos de partir sin nada, y de seguir la mayor parte del tiempo sin nada. Algunos de los tips para viajar “gratis” que Michael comente asiduamente.

El viaje de Michael Wigge comenzó desde Berlín, hasta Amberes, y partir desde allí por barco a Montreal, y desde Canadá, con rumbo sur hasta llegar al extremo de Argentina después de pasar por EEUU, Costa Rica, Panamá, Colombia, Perú, Bolivia, Chile.
Después de la experiencia, Michael Wigge deja consejos, tales como desistir de hacer éste tipo de viajes utilizando rutas por zonas muy pobres y en donde no sobra nada ni para los locales, la razón es que si no hay nada o casi nada para los locales, difícil será hallar algo para seguir viajando sin dinero. Y habrá que creerle. De hecho, en sus entrevistas, parece querer enseñar lo fácil que es viajar “gratis” por el mundo, si tan sólo estamos dispuestos a hacer un poco el ridículo en algún momento. La pregunta es ¿viajarían como Michael Wigge?
Nota: luego de terminar el desafío del viaje, Wigge publica una serie de libros, y edita los videos de su viaje para una serie de televisión.

viernes, 4 de enero de 2013

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Uno de los trastornos viajeros más conocidos es el jet lag. También conocido como descompensación horaria, disritmia circadiana o síndrome de los husos horarios, es este undesequilibrio del reloj interno de cada persona, ese que marca los periodos de sueño y vigilia.
Claro, es que el hecho de viajar en avión distancias muy largas, y atravesar diferentes husos horarios hará que el viajero se encuentre confundido ante tantos cambios.

Síntomas


Algunos de los síntomas que pueden llegar a sentir las personas que sufren jet lag son los siguientes:
  • Fatiga o cansancio general.
  • Problemas digestivos tales como vómitos y diarreas.
  • Confusión en la toma de decisiones o al hablar.
  • Falta de memoria.
  • Irritabilidad.
  • Apatía.

Recomendaciones

Los especialistas indican que al viajar hacia el oeste será mejor prolongar más el día, mientras que si se lo hace hacia el este una buena idea será dormir durante el vuelo.
Otros consejos a tener en cuenta son los siguientes:
  • Comer de forma ligera durante el viaje.
  • Beber mucha agua y evitar las bebidas alcohólicas, carbonatadas o con cafeína.
  • Descansar antes de comenzar el viaje y dormir durante el vuelo.
  • Llevar gafas de sol para engañar al reloj interno.
  • Si se puede, comenzar la adaptación unas semanas antes de volar. ¿Cómo? Adelantando o atrasando la rutina diaria (de acuerdo a las diferencias horarias del destino).
  • Visitar a un médico para conocer los pasos a seguir, básicamente aquellos que deban utilizar medicación con un horario estricto.
  • Al llegar al destino, exponerse al sol durante el día.


jueves, 3 de enero de 2013

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I) Viajarás a contracorriente: irás cuando todos vuelvan, saliendo de madrugada, llegando a medianoche o perdiéndote medio día del fin de semana de viaje.
II) Reservarás directamente: te guiarás solito por las distintas pantallas de la página de reservas llenas de casillas para tildar y datos para ingresar, sorteando los conceptos tildados por defecto.
IIINo aceptarás cargos adicionales. Ni embarque preferente, ni asiento asignado, ni seguro opcional, ni buen servicio.
IV) Imprimirás tus tarjetas de embarque aunque vengan con publicidad o tengas que usar 4 folios A4 para un simple boarding pass.
V) No despacharás equipaje. Viajarás si hace falta vestido con 3 capas de ropa e intentarás hacer entrar todo lo necesario en un bolsito de las medidas reglamentarias.
VI) Comprarás agua y un bocadillo antes de embarcar, pagando 1 euro por una botellita de agua que cuesta en realidad 20 céntimos y 4 euros por un pan con olor a jamón y queso.
VIIEsperarás de pie 1 hora frente a la puerta de embarque para conseguir un mejor asiento (recuerda que no pagaste el adicional por asignación de asiento)
VIIINo comprarás bebida, ni comida, ni cigarrillos sin humo, ni perfumes, ni raspadita a bordo
IX) Llegarás a un aeropuerto lejos de tu destino y viajarás esos kilómetros adicionales en un bus que tardará una hora en salir y otra en ruta (o pagarás 60 euros de taxi).
X) No te quejarás por las incomodidades, demoras o mal servicio. Después de todo, la próxima vez, volverás ser tentado por la tarifa y comprarás otro vuelo low cost.

miércoles, 2 de enero de 2013

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Hay una solución para quienes quieren viajar para establecerse temporalmente en un país, tomando contacto cotidiano con la sociedad y ganándose un salario trabajando para costear parte de su viaje: la Working Holiday Visa.
Diversos estados firman acuerdos internacionales entre si que permiten que sus ciudadanos se establezcan temporalmente en el otro con un permiso temporal de trabajo. Poco a poco se van firmando y es una solución muy utilizada entre los países anglófonos.
Entre nosotros no hay tanta tradición, pero es una excelente alternativa para viajar, conocer, no agotar tus ahorros y practicar otro idioma (y costumbres).
Veamos algunas posibilidades:

Australia

Los solicitantes deben tener entre 18 y 30 años. La visa permite trabajar temporalmente hasta 12 meses. El trabajo debe ser una forma de complementar ingresos para sufragar los costos de viaje y no el objetivo de la visita al país.
Los países que tienen acuerdo firmado y aprobado por los gobiernos figuran en el siguiente listado.

Canadá

Las condiciones son bastante similares. En este caso el visado puede ser solicitado por jóvenes entre 18 y 35 años.
Aquí está el listado de países, cuyos ciudadanos pueden solicitar una Working Holiday Visa para trabajar temporalmente en Canadá como complemento de un viaje turístico.
Más información en la página de Foreign Affairs & International Trade Canada.

Nueva Zelanda

También para jóvenes entre 18 y 30 años y máxima permanencia en el país de 12 meses (salvo para nacionales del Reino Unido que pueden quedarse hasta 23 meses).
En el listado de países con acuerdo para obtener la Working Holiday Visa no figura España. Sin embargo, ambos países han firmado dicho acuerdo el año pasado y fijado una cuota de 200 visas por año para otros tantos jóvenes españoles que quieran costearse el viaje trabajando temporalmente en Nueva Zelanda.

miércoles, 26 de diciembre de 2012

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Cada diciembre, en Israel se puede observar una lluvia de meteoritos conocidos como los Gemínides y son muchos los que, como estos turistas, se bañan en las aguas del mar muerto con la vista puesta en el cielo.



   
Sabias que El punto más bajo de la Tierra es el MAR MUERTO 

El Mar Muerto es un lago salado situado entre Israel, Cisjordania y Jordania a 416,5 m bajo el nivel del mar. Ocupa la parte más profunda de una depresión tectónica atravesada por el río Jordán y que también incluye el Lago de Tiberíades. Es la extensión de agua más baja de la Tierra.
Tiene unos 76 km de largo y un ancho máximo de unos 16 km; su superficie es aproximadamente de 625 km².
Recibe agua del río Jordán y de otras fuentes pequeñas. La evaporación es lo único que se lleva agua del lago. 
Es aproximadamente diez veces más salado que los océanos, la salinidad en el resto de los mares es de 35 gramos por litro, en el Muerto es de 350 a 370 gramos por litro por lo que no hay ningún ser vivo, salvo algunos microbios, que pueden vivir en él. Es rico en potasas, bromuro, yeso, sal y otros productos químicos que se extraen en gran cantidad y de manera muy económica.
Un Dato Curioso es que las personas pueden flotar destro del mar sin necesidad de nadar (las aguas son tan densas, tan saladas que no permiten el hundimiento de nada), y de hecho miles de tuistas al año van al mar muerto a fotografiarse leyendo el periodico demostradndo asi que estan flotando.

viernes, 21 de diciembre de 2012

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Hace poco hablamos del fenómeno de las autocaravanas, ensalzando este tipo de turismo como el sueño de todos los amantes de los viajes. Pero hoy nos centraremos en una forma de viajar parecida y mucho más asequible: en furgoneta. Además, la conocemos de cerca, pues así hemos viajado en las últimas ocasiones.
Hotel, restaurante y vehículo: todo en uno. Lo mejor de este tipo de viajes es que podemos comer, dormir y viajar en ellos. Además del recorte de gasto que podremos hacer, esto dará lugar a una forma de vida durante el tiempo que dure nuestro viaje. Por supuesto, también nos permitirá conocer todos los lugares que se nos antojen sin dudar: tan solo conduciendo.

Viaje planificado. Dado que tendremos que hacernos la comida, la cama y establecer la ruta en carretera, en este tipo de viajes debemos de llevar todo muy bien atado. Comprar comida antes de salir, llevar camping gas, colchones para dormir, sábanas, distribuir el espacio y un mapa, fundamental. Para saber más sobre este tema, consultad otro texto que escribimos sobre todo lo necesario para viajar en furgoneta.
Más auténtico. Por mi experiencia, viajar en furgoneta es un estilo de turismo muy auténtico. Con ello, quiero decir que se asemeja más a tu vida habitual que no cuando duermes en hoteles y comes en restaurantes. Así, ofrecerá una mayor libertad de movimientos y espontaneidad a la hora de decidir qué hacer y qué visitar. Además, si vamos a zonas rurales, podemos aparcar en cualquier lado (eso sí, teniendo siempre cuidado con el entorno) y montar el chiringuito. Eso sí, hay zonas, sobre todo en los países preparados para este tipo de viajes, donde está prohibido aparcar. Pero aún hay muchos lugares donde poder estar tranquilamente y al aire libre. De hecho, en algunos donde no está claro si se puede o no, no serás el único que aparque. Y cuando ya hay otro allí… es distinto. Así, podrás levantarte en frente del Mont Blanc o en una playa de Italia disfrutando de un destino ideal y una mejor compañía. ¿Qué más se puede pedir?
Más libre. Siempre digo que la única atadura en un viaje es tu maleta. Pero ¿y si esa maleta no tuvieras por qué sacarla nunca? Al viajar en furgoneta, puedes hacerlo todo en el vehículo y además, llevar cosas que de otro modo no llevarías o costaría mucho facturar: portátil, equipo de deporte…
Más sociable. Si algo me sorprendió la primera vez que viajé por largo tiempo en furgoneta es la relación tácita que se establece entre la gente que practica este tipo de turismo. Siempre te fías de aparcar en un sitio cuando hay otra persona, los campings ofrecen una cercanía que no se tiene en un hotel y en general, los viajeros de este tipo se apoyan. Aunque claro, siempre hay de todo.
Más natural: Por último, destacar que este estilo turístico es muy natural. Ideal para ir de campo. De hecho, no está hecho para ciudad, pues en ella cuesta mucho más aparcar. Hasta el más urbanita se rendirá ante los bellos pueblos que hay por el mundo y los paisajes tan especiales que se pueden conocer.
¿Te he animado a viajar así? ¡Eso espero!

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