Wigge nació en una pequeña ciudad rural de Alemania y empezó a interesarse por viajar a los 14 años. Como reportero de MTV desde joven conoció lugares extremos del planeta, y realizó algunos viajes extravagantes, como un desafío de 60 horas sobre el lomo de un burro atravesando parte de Inglaterra. A grandes pasos, y ya observando que era una persona dispuesta a someterse a los desafíos, saltamos hasta el año 2010, cuando Michael decide hacer realidad su sueño de llegar a la Antártida. Su plan fue llegar sin dinero a la Antártida, o procurando llegar del modo que sea posible.
¿Cómo lo hizo?. Puro ingenio, destreza, puro creer que siempre hay una alternativa y una forma de conseguir lo que nos proponemos, que hace que nada (mínimamente racional) resulte imposible. En resumen, no hablamos de un viaje a la Luna, ni de tele transportación. Hablamos de llegar a la Antártida con ingenio, ni más ni menos.
Michael asegura que se puede hacer dinero en el camino de las formas más creativas. Que podremos trasladarnos en el “peor de los casos” caminando, en una alternativa mejor en bicicleta (en países donde no está permitido el autostop), o en autostop, a caballo, trabajando en barcos de carga para cruzar el Atlántico, trabajando en un crucero de lujo de forma gratuita para llegar a lugares tan impensados como la Antártida, tal como lo hizo al salir desde Ushuaia. Está claro que no hablamos de un viaje completamente “gratis”, pero si hablamos de partir sin nada, y de seguir la mayor parte del tiempo sin nada. Algunos de los tips para viajar “gratis” que Michael comente asiduamente.
El viaje de Michael Wigge comenzó desde Berlín, hasta Amberes, y partir desde allí por barco a Montreal, y desde Canadá, con rumbo sur hasta llegar al extremo de Argentina después de pasar por EEUU, Costa Rica, Panamá, Colombia, Perú, Bolivia, Chile.
Después de la experiencia, Michael Wigge deja consejos, tales como desistir de hacer éste tipo de viajes utilizando rutas por zonas muy pobres y en donde no sobra nada ni para los locales, la razón es que si no hay nada o casi nada para los locales, difícil será hallar algo para seguir viajando sin dinero. Y habrá que creerle. De hecho, en sus entrevistas, parece querer enseñar lo fácil que es viajar “gratis” por el mundo, si tan sólo estamos dispuestos a hacer un poco el ridículo en algún momento. La pregunta es ¿viajarían como Michael Wigge?
Nota: luego de terminar el desafío del viaje, Wigge publica una serie de libros, y edita los videos de su viaje para una serie de televisión.
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